Imperio Otomano. Origen y expansión (1071-1451) (1)


Quiero hacer una monografía relativa al Imperio Otomano, puesto que es el germen de la actual división territoral de Europa Oriental y de la Asia árabe. Mucha gente confunde a Turquía con un país árabe, yo recomiendo a esa gente que lea este artículo, porque en la historia está la respuesta a muchas dudas. Turquía es un país de tradición musulmana, también occidental, de mayoría étnica turca (proveniente del lejano oriente y no de la península arábiga), con relaciones más o menos "amistosas" con los países de su entorno europeo como son Bulgaría y Grecia. Conflictos como el chipriota, el armenio o el kurdo pueden ser, si no comprendidos, al menos entendido su origen, que como siempre las potencias de Europa Occidental tienen mucho que decir sobre el asunto, en esta monografía apenas se comentan estos temas, pero tras la disolución del Imperio Otomano surgieron muchas fuerzas que aun hoy en día continuan enfrentadas, he aquí la razón práctica de este trabajo. El texto está extraído ítegramente de la wikipedia (en español y turco), puesto que contiene una completísima información, sólo los últimos post de la monografía (que consta de siete partes) contienen información de otras fuentes distintas.

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El Estado Otomano (Turco otomano: دولتِ عَليه عُثمانيه, Devlet-i Aliye-i Osmaniye; turco Moderno : Osmanlı Devleti), comúnmente llamado Imperio Otomano (turco: Osmanlı İmparatorluğu) fue una potencia imperial, ubicada en su mayor parte alrededor de la ribera del Mar Mediterráneo, y cuya existencia temporal abarcó el periodo entre 1299 y 1922. En el cenit de su poder en el siglo XVII, este imperio incluía toda la península de Anatolia, Oriente Medio, extensiones del Norte de África, la mayor parte de los territorios enclavados en la franja que va desde el sudeste de Europa (Balcanes, Grecia, Bulgaria, Rumania) al Cáucaso en el norte. Esto comprendía un área de aproximadamente 20 millones de kilómetros cuadrados, aunque la mayor parte estaba bajo control indirecto del gobierno central. Las posesiones del Imperio se hallaban situadas entre Oriente y Occidente por lo que a lo largo de su historia de más de seis siglos sus relaciones internacionales estuvieron influenciadas por ello.


ORIGEN
Las primeras entradas de tribus turcas en la región que posteriormente sería el Imperio Otomano se producen en el ámbito militar, cuando los ejércitos del Califato Abbasí necesitaron soldados. Por ello, recurrieron a los territorios fronterizos reclutando a la población. Dentro del Califato Abbasí ya puede apreciarse cómo los turcos van escalando posiciones en el ejército y la administración. La lenta penetración de tribus turcas en esta zona se realizó de dos maneras: mediante la lenta ocupación del territorio por parte de los grupos tribales y mediante la lucha contra el Imperio Bizantino, que había dominado esta región durante mucho tiempo. Como consecuencia de su lenta pero ininterrumpida penetración, surgieron varios poderes políticos turcos en esta zona. Uno de ellos fue conocido como Sultanato de Rüm, fundado por un miembro de la familia Selyuki, que se dio a sí mismo el título de sultán poco después de la batalla de Manzikert (1071). Este sultanato sobrevivió a múltiples contingencias (rivalidad de otros poderes locales, los Bizantinos, la Primera cruzada, los Znaguíes y Ayyubíes de Siria), pero no pudo hacer nada para detener la marea mongola. En 1243 un cuerpo del ejército mandado por Batu, el Jan de la Horda de Oro, sometió el sultanato a la soberanía mongola.

A partir de ahí el poder del sultán se eclipsó ante la dominación ejercida por los mongoles y la aparición de pequeños principados independientes regidos por cabecillas locales. El Estado Otomano era el más pequeño e insignificante de los principados turcomanos que habían surgido de las ruinas de los imperios de Bizancio y de los selyuquíes de Rüm. Sin embargo, el rey Osmán I (1300-1324) se independizó de los selyúcidas e inició una política de expansión. Para ello contaba con un conjunto de nómadas turcomanos, todavía organizados en tribus, que habían participado en el movimiento de los gazi, «los guardianes de la fe». Obtuvo buenos resultados y su señor selyuquí le concedió el gobierno de un beylik, y la fama de Osman (Uthmān, عُثمَان ,de ahí el nombre de Imperio Otomano) atrajo a mucha gente a su territorio.


EXPANSIÓN
Los otomanos no conseguirían suficiente poder como para eliminar a sus enemigos inmediatos y establecer un verdadero estado, la clave de su reinado fue la conquista de Nicea en 1331 y Bursa. Esta última no sólo proporcionó la capital, sino los útiles necesarios para crear una administración otomana. Pudo acabar también con la amenaza de sus vecinos turcomanos, Aydin, que proporcionaba mercenarios a Juan Cantacuceno. Tras la caída de Aydin, serán los otomanos los que ayudarán al candidato al trono bizantino, enfrentado a Juan Paleólogo, tomándose como recompensa el derecho a saquear el territorio bizantino a lo largo del Egeo, en Tracia, y la mano de la hija de Juan Cantacuceno, Teodora.

Bajo el mandato de Murad I (1360-1389) se hicieron las primeras conquistas estables en Europa sudoriental. Tomó Edirne (Adrianópolis) en 1361, la convirtió en su capital y nombró el primer visir del que seria el Imperio Otomano: Kara Halil Paşa. El emperador bizantino se comprometió a pagar tributo regularmente a los otomanos y a enviar contingentes militares para su ejército, debido a que no podían enfrentar la presión truca sobre Constantinopla. Fue uno de los sultanes más importantes del Imperio Otomano por su triunfal campaña militar en Tracia y en los Balcanes, que acompañó con tacto y prudencia pactando con la Iglesia Ortodoxa. También fue el primero en ser nombrado sultán, ya que los anteriores ostentaban el título de emires.

Para defender a Europa de la amenaza turca, el Papa proclamó una bula llamando de una modo formal a la Cruzada hacia 1366, que fue un fracaso en «la ruta de los serbios». Los otomanos siguieron la política islámica tradicional de tolerancia hacia los zimmíes, o «gente del libro», que tenían derecho de protección sobre sus vidas, propiedades y creencias religiosas siempre que aceptasen un gobierno musulmán y pagaran los tributos (cizye) que les eximia del servicio militar. Por ello no se hizo ningún esfuerzo para la conversión en masa de la población. Durante su reinado también se creó el cuerpo de los jenízaros, una pieza clave en el desarrollo posterior del imperio.

Las amenazas se multiplicaban, y a su vecino Karamar se unió la expansión mongola de Tamerlán. Fue en la decisiva batalla de Kossovo (1389) cuando la victoria otomana permitió realizar nuevas conquistas al sur del Danubio, acabó con la última defensa organizada en el área de los Balcanes y dejó a Hungría como único oponente serio en el sudeste de Europa. En esta batalla, un preso serbio asesinó a Murad I (el único sultán asesinado en una batalla), y le sucedió su hijo Bayezid I o Bayaceto el Rayo (1389-1402), afianzándose en la victoria.

Para evitar posibles luchas por el trono, fue éste el primer sultán que mató a todos sus hermanos, práctica común a partir de este momento y que institucionalizaría Fatih Sultan Mehmed. Los esfuerzos de Beyazid fueron encaminados a conquistar el oeste de Asia Menor, lo que consiguió en 1390. Seis años más tarde se enfrentó a la Primera Cruzada, que finalizó con una aplastante victoria de los jenízaros en la batalla de Nicópolis (1396). El ejército otomano llegó hasta los muros de Constantinopla, pero los otomanos abandonaron el sitio de la ciudad para enfrentarse con una nueva amenaza.

Los problemas con los vecinos turcomanos, sobre todo con Karaman, el principado turco más fuerte de Asia Menor, obligó al sultán a combatir en el este. El resultado fue la anexión de estos pequeños estados hasta que el oeste volvió a reclamar la atención de Bayezid. Muchas de las zonas ya conquistados se quisieron liberar del poder otomano, pero el sultán reconquistó rápidamente lo perdido y siguió adelante: irrumpieron en Estiria, ocuparon Grecia y en 1397 llevaron a cabo la conquista de Atenas. Se dirigieron entonces hacia el este, donde se encontraron con un enemigo mucho más poderoso: Tamerlán. En 1402, los mongoles ganaron la batalla de Ankara, lo que supuso el hundimiento de la hegemonía otomana en Asia Menor. Los otomanos se reconocieron vasallos de Tamerlán y Beyazid encontró la muerte en prisión en 1403.

Durante once años la autoridad otomana entró en crisis. Ni Tamerlán ni sus sucesores impusieron dominio alguno duradero y el panorama quedó abierto para las luchas de poder entre los miembros de la familia otomana y señores territoriales. La situación no era fácil, ya que eran cuatro los príncipes otomanos que se disputaban el trono. Tras un periodo de luchas fratricidas fue Mehmed I (1413-1420) el ganador. Con este sultán y, sobre todo con Murad II (1421-1451) el gobierno otomano volvió a recuperar la unidad. Como Mehmed había vencido gracias al apoyo de la aristocracia turca, se le dio énfasis al pasado turco de la dinastía reinante, y por primera vez se encargó unas crónicas de su historia. Dio prioridad a potenciar el comercio con los países europeos y firmó un tratado con Venecia en 1416. La infantería jenízara quedó como guardia personal del sultán y la aristocracia volvió a controlar su cota de poder. Su ejército cruzó el Bósforo, tomó Edirne y comenzó el primero de los grandes sitios a Constantinopla (1422), no tanto para conquistarla, sino para castigar a los bizantinos por su deslealtad al haber apoyado a los rivales del sultán.

Además de esto, Murad desarrolló el famosos sistema del devşhirme, con el que reclutaba periódicamente a los mejores jóvenes cristianos de las provincias de los Balcanes para convertirlos al Islam y para que prestaran servicio de por vida al Imperio. A éstos se les favoreció en un principio para que adquirieran poder, y así equilibrara el poder que acumulaba la aristocracia turca. Tras la firma de dos tratados de paz, Murad cedió el trono voluntariamente a su hijo Mehmed, de cuya juventud intentaron aprovecharse sus enemigos. Queriendo sacar partido de la situación se hizo una llamada a una cruzada para expulsar a los otomanos de Europa; parecía que lo iban a conseguir, pero Mehmed cedió el trono a su padre que con sus ejércitos consiguió una arrolladora victoria en la batalla de Varna. Tras esto, el Imperio Otomano estableció un control directo sobre Macedonia, Tracia Bulgaria y gran parte de Grecia.



Partes del artículo:
  1. Origen y expansión (1071-1451)
  2. Conquista de Costantinopla (1451-1566)
  3. Decadencia, parte I (1566-1789)
  4. Decadencia, parte II (1566-1789)
  5. Reestablecimiento y reforma (1789-1909)
  6. Guerras Balcánicas y 1ª Guerra Mundial (1909-1918)
  7. Guerra de la Independecia de Turquía (1918-1924)


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